En 2011 el fotógrafo madrileño Fran Bernardino se trasladó a Segovia después de descubrir que su auténtica vocación era la fotografía y que necesitaba un lugar idóneo para convivir con su cámara. En 2014 obtuvo el premio de la II Beca de Fotografía Documental del Instituto de la Cultura Tradicional Segoviana Manuel González Herrero. En el trabajo que Fran Bernardino presenta se ha llevado a cabo un exhaustivo trabajo de campo, bien documentado, con interés y acierto a la hora de elegir los motivos de sus objetivos. El motivo es variopinto, desde el estudio de la arquitectura industrial y los viejos esquileos, el proceso productivo de obtención de lana, su manufactura tradicional, el pastoreo, etc. Para el autor el trabajo con las ovejas desde el punto de vista de su visión como fotógrafo ha sido interesante en tan en cuanto el mayor atractivo que estos animales transmiten es la calma, como si el tiempo en ellos se ralentizase.